Cómo pude encontrar una idea salvadora mientras pelaba una mandarina
“Ten cuidado a quien escuchas cuando intentas encontrar tu propia voz y crear tu narrativa”.
Esto que acabo de escribir es algo que en realidad me he dicho a mí misma, como una especie de mantra, mientras pelaba una mandarina a mi hijo en la cocina.
Y mira que el universo no deja nada al azar, y si observas bien, verás que todo está relacionado de tal manera que puedas encontrar la magia en esas pequeñas cosas.
Verás.
La mandarina tenía esa piel bien pegada al fruto. No de esas mandarinas que te las comes como pasas porque una de las cosas que tienen es justamente lo fácil que son comerlas. Las pelas rápido y te la comes igual.
Pero esta mandarina no.
Era de esas mandarinas bien estrecha entre su carne y su piel, que al pelarlas se te empieza a mojar la mano de lo jugosas que son.
Si has comprado en la feria del pueblo seguro que sabes de lo que hablo.
Ese hecho fortuito, de poder observar cómo se me iba mojando la mano, me hizo prestar atención al proceso de pelar la mandarina.
Lo hacía con más cuidado, porque no quería ensuciarme la mano, porque no me gusta tener la mano melosa. (taras de la infancia nivel Dios)
Entonces en ese momento-mandarina-pensante es cuando me vino a la cabeza la frase con la que inicié esta carta, corrí hacia mi escritorio y abrí mi ordenador.
Aquí me tienes escribiéndote, tratando de no tocar las teclas con los dedos melosos del anular y el pulgar.
Ahora sigue leyendo para que veas como escribo con dos dedos menos…de frente?
No, por suerte.
Me dijo que le dolía leerme
Y por qué te cuento esto. Pues porque aquí tenemos varios aprendizajes ocultos.
Primer aprendizaje:
Una manera segura de que alguien haga algo complicado es tener una doble motivación.
Uno es que prestamos más atención o tengamos más cuidado en procesos complejos, cuando queremos evitar dolor y a la vez sentir placer.
Te prometo que esto que acabo de escribir no tenía ni idea, hasta que lo experimenté en la vida cotidiana.
Luego, la curiosidad me incentivó a buscar en google y encontré un artículo que habla de esto con base científica.
Se trata de la Teoría del factor dual de Herzberg, un psicólogo norteamericano.
La tesis fundamental de la teoría de los dos factores de Herzberg es que los elementos que producen satisfacción en un grupo son completamente diferentes de los que causan insatisfacción. Esto se debe a que las personas tienen un sistema de necesidades doble: por un lado está la destinada a evitar el sufrimiento o el dolor; por otro, la orientada al crecimiento emocional e intelectual.
En mi caso, estaba pelando la mandarina para mi hijo, (crecimiento emocional derivado de ser aceptada como una buena madre) pero a la vez no quería ensuciarme las manos (evitar el dolor de tener las manos sucias).
Ergo, cuando quieres que las personas se sientan animadas a hacer algo necesario, siguiendo un proceso que a veces no puedes simplificarlo más de lo que ya está, (la mandarina era así y punto) entonces ten en cuenta esta teoría del bueno de Herzberg.
Segundo aprendizaje
Y aquí viene lo jugoso de la mandarina, o de la historia, si me permites la analogía.
Hace unos días una emprendedora (digamos que se llama Tamara) me dijo, que por qué razón había escrito una cosa que escribí. Una cosa que me había tomado tiempo hacer, después de semanas sin poder escribir.
Dijo:
Que le dolía leer eso
Que sonaba muy duro
Que no guardaba empatía
Estaba tan molesta que llegó a decirme, “yo quiero leer algo que me hagaS sentir lo que es posible para mí, no lo que me duele”.
Entonces me encontré tratando de justificarme, tratando de explicarle que en realidad no, pero sí, y al final le he dicho:
“Bueno querida, a mí también me duele escucharte, pero estoy intentando encontrar mi propia voz. Si para eso, tengo que mandarme algunos textos que suenen fuerte, pues vale”.
Muy empoderada pero luego me achiqué como perrito faldero.
¿Sabes qué pasó? Que pasaron otras semanas más sin escribir, me autocensuré.
En el camino de buscar mi voz, me desconecté de mi propio mensaje.
Luego volví a la carga, con más suavidad pero ya no era lo mismo.
Así que ojo a quien escuchas
Por eso, es importante que sepas quien es tu audiencia, y cómo conversar con ella.
¿Qué significa esto para ti si quieres empezar a tener visibilidad como marca y construir tu audiencia basada en tu propia voz y en tu narrativa personal?
¿Prevenirte de que no escribas/digas cosas que duelan a otros? NO
¿Ponerte sobre aviso de que seas más empática/o con tus publicaciones? NO
¿Guardarte las palabras intensas y seleccionar aquellas melosas como mis dedos? Absolutamente NO
Lo que intento decirte con todas mis fuerzas en mis dos dedos (y palabras) antes de que se me pase el momento, es que escribas como sea, que escribas, como yo estoy haciendo ahora, sin filtros.
Porque la única manera de ponerse en movimiento y encontrar tu propia voz, es lanzarse a encontrarlo, sabiendo de antemano que aparecerán muchas Tamaras, o Jordis, o Alex, O Antonias, que no vienen a joderte la vida, (perdón mi catalán) sino a ayudarte en tu proceso.
Afinando, mejorando, olvidando, simplificando, priorizando, revisando, y todo lo ando que significa accionando.
El diseño narrativo requiere una hoja de ruta.
Es un proceso.
Pero que el proceso no te impida actuar, escribir, publicar.
Cuando yo era la jefa de comunicación y contenidos de una importante institución, escribía artículos calientes que requerían la firma del CEO, del CPO, del pum, del pam
El artículo se enfriaba como la pizza cuando te la trae el repartidor.
Eso era porque no había una estrategia narrativa completa y compartida.
Por suerte esto se puede diseñar.
¿Has visto que el diseño es la sal de la vida?
Todo el mundo te dirá que tienes que tener un sistema y un proceso. Y tienen razón.
El proceso te ayudará a crecer. Pero si te pones a crearlo, no escribirás, no crearás nada. Empieza, documenta, experimenta, sistematiza, crea, itera, vuelve a empezar..
Este método le llamo Diseño narrativo de producto incremental.
En el próximo episodio te voy a contar como puede el diseño narrativo ayudarte a encontrar tu diferencial.
Por ahora quédate con esto:
El contenido que narras también puede ayudarte a crear el producto que sueñas.
No esperes tenerlo listo para empezar a escribir y diseñar el contenido.
Haz hablar al producto desde el momento en que lo sueñas.
Vamos por parte.
Gajo a gajo.
Entonces, persona lectora.¿ Tienes hambre de contar?
Cómete esta mandarina.
Escribe sin más.
Cintia